La mayoría de alimentos que consumimos hoy en día no proceden de nuestra misma ciudad, incluso proceden de otros países. Los alimentos y productos deben recorrer, en el mejor de los casos, largas travesías por carretera, cuando no vienen de más lejos y son transportados en avión o barco.
Para que los productos que consumimos lleguen a nuestras manos en perfectas condiciones los operarios que los transportan deben tener en cuenta una serie de cosas para que no se estropeen.
Si el transporte de los productos frescos ya requiere de un montón de requisitos para que lleguen bien, imaginaos los productos congelados que llegan a nuestras manos. Por su carácter especial los medios en los que se transportan deben cumplir unos requisitos muy exigentes para que no se estropeen los productos.