Comenzar o administrar una empresa mucho más trabajo de lo que parece: no solo tienes que asegurarte de contentar a clientes, trabajadores, e inversores, cumplir con cuotas, y mantener la calidad de los servicios o productos que ofreces. El equilibrio de tu empresa también depende de tu capacidad para cumplir con todos los requerimientos normativos y legales, que, desafortunadamente, varían y sufren cambios a menudo.
Muchos empresarios y autónomos nos llaman pidiendo ayuda porque sienten que pasan más tiempo intentando entender los requerimientos formales para llevar a cabo su negocio que administrando el personal y llevando a cabo su labor directiva. Si sientes que se te va el tiempo rellenando formularios y peleando con formularios de impuestos, quizás es el momento de pedir ayuda de un especialista.