La función para la que están diseñados los pisos para gimnasio es la de proteger a los deportistas contra cualquier lesión que pudieran hacerse al caer contra el suelo mientras practican algún deporte de contacto. Hay que recordar que en los deportes como por ejemplo el boxeo lo más frecuente es estar mucho tiempo rodando por el suelo, de manera que un buen piso para el gimnasio es algo fundamental para que los deportistas se encuentren cómodos practicando sus ejercicios y en resumidas cuentas para que el gimnasio marche exitosamente recibiendo cada día más personas que se interesan por apuntarse en el local.
Por otro lado, dentro de la sala de ejercicios en la que las personas realizan sus ejercicios haciendo uso de las mancuernas y las diferentes máquinas también se hace necesario disponer de un buen suelo que permita evitar ese daño que se produce al cabo del tiempo cuando las mancuernas golpean el piso al caer cuando una persona no tiene cuidado después de terminar una tanda de ejercicios. Dado que cambiar el todo el suelo de un local de tamaño medio-grande es algo excesivamente caro para los tiempos que corren, nunca está de más prevenir esos posibles daños a través de un suelo recubierto de pisos de goma que eviten más de un quebradero de cabeza al dueño del gimnasio que se echa las manos a la cabeza cuando ve lo que cuesta cambiar todo el suelo de su local.
Los pisos para gimnasio poco a poco se han convertido en una parte de los gimnasios que cada vez se ve más en los negocios de este tipo, ya que los dueños de este tipo de locales se han dado cuenta de que en muy poco tiempo el suelo acaba muy dañado debido a las constantes caídas de las mancuernas y debido a los golpes de las máquinas que utilizan los deportistas a lo largo de sus sesiones. La clave de que estos pisos sean tan buenos en su función es que son de goma, de manera que absorben sin problemas los impactos de las máquinas y las mancuernas sin que ello deje marca en la propia superficie del gimnasio.
Por otro lado, la otra clave del éxito de los pisos para gimnasio es que su instalación es tan sencilla que cualquier persona con un par de horas libres por la tarde puede ponerse manos a la obra para proteger todo el gimnasio con este tipo de superficie. Se instala como si se tratara de un puzzle, ya que el único truco está en ir uniendo las diferentes piezas del piso para que queden encajadas y para que no se desplacen cuando una persona pase por encima de ellas.
Si a todo esto se le suma además el buen precio del metro cuadrado de piso para gimnasio, la verdad es que resulta difícil encontrar alguna excusa para no ir corriendo a avisar al dueño del gimnasio al que uno acude para que se tome en serio la protección de su suelo.